En Septiembre se acaba el verano, pero empieza una época en la que casi siempre hay olas.
Durante la primera semana de septiembre de 1999 mi compañero Kepa y yo, nos fuimos a Las Landas francesas para aprovechar el fin de la temporada estival.
 Apenas tardamos una hora en llegar a la frontera con el país vecino, lugar donde no faltaron las intimidaciones de los "defensores de la ley" ¿A quién le gusta que le metan un arma automática por la ventanilla del coche? esto nos pasa por ser jóvenes.
Al margen de este molesto incidente llegamos a la localidad francesa de Le Penon. Para quien no lo conozca diré que esa costa se compone de kilómetros de playas de arena blanca, protegidas por unas dunas artificiales construidas en tiempos de Napoleón, y que los franceses cuidan con mucho esmero. Nosotros optamos por establecernos en el Surf-Camp existente a un kilómetro escaso de la playa, donde puedes aparcar el coche o furgoneta si es que encuentras sitio y establecerte allí con tu tienda, toldo o lo que quieras llevar para protegerte del frío. Este camping suele estar habitado por gente que coge olas,  y es barato (si te levantas antes de las 8.00 AM, es gratis).
A las noches se forman pequeñas fiestas con cerveza, fuego y gente tocando música. Las mejores olas que pillamos fueron a primera hora de la mañana, antes de que cambiase el viento, y en marea alta, sin superar ningún día el metro de altura. De todas formas hubo un par de baños muy divertidos. A continuación os muestro algunas de las fotos que sacamos en este viaje: